miércoles, 30 de septiembre de 2015

Presentación al Mooc

Alan Turing. Escultura de Stephen Kettle
Alan Turing. Escultura de Stepehn Kettle.
Fuente
Provengo del ámbito de la filosofía, y desde aquí, al menos desde que Descartes planteara si podrían construirse máquinas que fuesen capaz de construir otras máquinas, las cuestiones sobre computación no nos resultan ajenas.

Alan Turing nos ayudó a dejar de ver a los estados mentales como entidades metafísicamente sospechosas, y abordar el viejo problema mente/cerebro desde una perspectiva compatible con la ciencia. Un estado mental es un estado computacional. Tener un estado mental ("creer que hoy es miércoles") es estar en el estado computacional de [creer que hoy es miércoles]. 

La alegría duró poco. Para un fisicalista no es decente afirmar que la mente manipula símbolos. ¿Qué símbolos hay en el cerebro?. Todo esto no eran más nuevas formas de dualismo camuflado. Así que las arquitecturas conexionistas fueron nuestro bienvenido Mister Marshall. Los estados mentales no son más que vectores de activación en una red neuronal que ocupan un lugar en estados de espacio n-dimensionales. ¡Copiemos el cerebro!

Mister Marshall pasó rápido. Entrenar redes neuronales era entrar en contacto con la Res Cogitans cartesiana. Difícilmente acabaremos entendiendo la mente si la encapsulamos en modelos matemáticos que se materializan, o no, en redes neuronales aisladas de su entorno.

Y nos volvimos dinamicistas, bueno no todos. Cerebro, sujeto y entorno conforman un sistema dinámico que puede ser descrito mediante complejas ecuaciones. Y en estas estamos. Y todo esto para explicar que las cuestiones sobre computación o robótica siempre han estado presentes en la filosofía, o al menos en determinadas áreas de la filosofía en las que uno se siente cómodo.

Pensar computacionalmente es dotarse de una herramienta de análisis muy poderosa. Daniel Dennett nos ha enseñado a comprender la Teoría de la Evolución Mediante Selección Natural como un proceso algorítmico. Computar no es más que descomponer un problema complejo en unidades de información más simples, y esta forma de enfrentarse a los problemas vale tanto para resolver problemas de lógica, como para analizar un texto o estudiar historia.

Cartel de la película.
Por otro lado, el desarrollo de la robótica nos coloca ante problemas de naturaleza social, legal y ética que va a requerir respuestas innovadoras. Intento que los alumnos/as comprendan que las nuevas formas de interacción con artefactos implantados en nuestro sistema; con máquinas inteligentes que tomen decisiones de forma autónoma; o dotadas con capacidad emocional, van a afectar nuestro modo de entender las relaciones hombre/máquina, y probablemente alteren nuestra sociedad de una forma que ahora mismo ni siquiera podemos prever. Para lo que se nos puede venir encima hay que estar preparados con capacidad de análisis y espíritu crítico.

Espero poder adquirir las competencias en este Mooc para incorporar al temario de mi asignatura una dimensión práctica que ahora no tiene.

Siento la extensión, es deformación profesional